Señor Director:
Desde la perspectiva del futuro, los tres retiros efectuados desde los fondos de pensiones generan una disminución de estos del orden del 30%; sin embargo, desde el presente, han constituido un soporte fundamental para que las familias puedan enfrentar el gran impacto de la pandemia. Y es aquí donde se produce una paradoja, pues el ahorro acumulado de los trabajadores y trabajadoras, a través de las AFP, no ha sido suficiente para generar buenas pensiones, que es su misión, pero en cambio sí ha permitido financiar el presente de sus mismos dueños, los ahorrantes.
Con los tres retiros de fondos efectuados, hasta el 11 de junio pasado, según información entregada por la Superintendencia de Pensiones, las AFP han entregado US$ 50.331 millones a afiliados del sistema en más de 25,2 millones de operaciones. Para ponerlo en perspectiva, los programas del Estado para mitigar el impacto de la pandemia —previo al IFE universal— representaban un 8% del PIB, mientras que los retiros de las AFP equivalen al 18% del PIB. Y si nos comparamos con los países desarrollados, la ayuda estatal alcanzó al 14% del PIB y los retiros desde fondos ahorrados para la pensión, que también los hubo, no superaron el 0,5% del PIB.
El ahorro de Chile ha crecido sostenidamente en los últimos treinta años, pasando de un 20% del PIB en el año 1990 al 80% del PIB en 2020. En otras palabras, el ahorro ha crecido más que la economía, pero igualmente las pensiones siguen siendo muy bajas. Las razones han sido largamente analizadas, pero básicamente se resumen en que el aporte del Estado es bajo, los chilenos todavía ahorramos poco (10% mensual) y por poco tiempo (en promedio 15 años) para financiar una pensión para una vida cada vez más larga.
Recuperar los fondos acumulados para la pensión será sin duda una tarea compleja en los próximos años. Hay que tener en consideración que el Estado destina cerca del 0,8% del PIB para las pensiones del pilar solidario, mientras que en los países OCDE el promedio es de 7%. Existe una gran discusión previsional pendiente, que deberá diseñar mecanismos para asumir la pérdida de valor producto de los retiros, considerando lo importante que ha sido para las personas tangibilizar que el dinero ahorrado era de ellos, y que para lograr mejorar las pensiones tenemos que seguir ahorrando y más.
FUENTE: El Mercurio
